
Norris triunfa en el caótico Australia pasado por agua
El británico se alzó con la victoria en una primera cita marcada por el clima, que regresó al final para cambiarlo todo, cuando McLaren parecía encaminada a un doblete
La espera fue larga, pero valió la pena.
La F1 regresó por todo lo alto.
El Mundial de Fórmula 1 22 se puso en marcha con el GP de Australia, un evento caótico, marcado por la lluvia intermitente, una carrera de pura resistencia y extrema dificultad para todos.
La emoción estuvo al máximo nivel, con un giro de guion final de película, donde Lando Norris se erigió como el gran vencedor, no sin sufrimiento e incertidumbre en un desenlace de locura que dejó a McLaren sin un doblete que casi tenía asegurado.
La carrera comenzó en mojado, con todos los pilotos calzando neumáticos intermedios.
Sobre un asfalto muy resbaladizo, lo que ocurrió al principio fue un aviso de lo que podía pasar durante la prueba.
Isack Hadjar rompió los corazones de todos sufriendo un accidente en la vuelta de formación, en la curva 2, teniendo que abandonar antes de cumplir el sueño de toda una vida: competir en su primera carrera de F1.
La salida, contrariamente a lo que se esperaba, fue limpia.
Todos los pilotos fueron muy cautos, a excepción de un Leclerc que arrancó de maravilla, pasando del 7 al en condiciones de lluvia.
Sin embargo, la tranquilidad inicial solo duró curvas.
Ahí, otro novato, Jack Doohan, se estrelló contra el muro, provocando el primero de los coches de seguridad de la tarde australiana.
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