
¡La mejor de las noticias para Alonso!: Adrian Newey se frota las manos
Aston Martin debía solucionar su problema con la evolución del coche de los dos últimos años y las mejoras de Imola pueden suponer un punto de inflexión crucial para las aspiraciones del equipo y de Alonso en 2026
En la fábrica de Aston Martin, hubo gritos de alegría y aplausos en cuanto Alonso y Stroll cruzaron la meta al final de la Q del GP de Emilia Romagna de F1 22.
Llevaban dos duros años en los que todo el trabajo realizado en la creación de piezas, se esfumaba de golpe en cuanto las colocaban en pista.
Las novedades que llevaban al trazado no funcionaban.
Y así, una y otra vez.
Había un enorme problema por resolver y mucho que cambiar si el conjunto inglés quería crecer de forma definitiva en 2026, año de cambio de una enorme transformación de reglamento que da la oportunidad a todos los equipos, incluido Aston Martin, de crear un coche ganador si dan con la tecla en la lectura de la nueva normativa técnica y de motores.
Pero el sábado, algo cambió.
Tras la mejora demostrada en Imola con la introducción de hasta 7 novedades, Adrian Newey ya se puede frotar las manos.
Y Alonso, empezar a esbozar de nuevo una sonrisa.
Aston Martin fichó para ello al mejor diseñador de la historia de la F1, Adrian Newey.
El inglés creó dos coches campeones en los últimos cambios normativos, entre otros grandes éxitos.
Hizo campeón 4 veces seguidas a Vettel, y también a Verstappen.
No pudo hacer lo mismo en el cambio de reglas de 214, con la entrada de los motores híbridos, debido a la enorme superioridad del propulsor Mercedes, departamento curiosamente liderado por el ahora Team Principal de Aston Martin, Andy Cowell.
Tener a Newey en tu equipo no garantiza el triunfo, pero sí aumenta las probabilidades.
Todos querrían tenerlo en sus filas en lugar de contra ellos y Adrian escogió Aston Martin.
Pero como reconocía Andy Cowell en una entrevista en Mundo Deportivo el pasado viernes, con una persona, o con dos grandes campeones cada uno en su terreno.
como Adrian y Fernando Alonso, no se gana.
Es necesario que todo el equipo funcione a la perfección, "sin lagunas" de rendimiento ni dudas.
Y en ese contexto, para tener la certeza de que las ideas de Adrian podrán convertirse posteriormente en piezas que mejoren el coche base que cree en 2026, era clave empezar a demostrar que el equipo dejaba atrás su problema evolutivo de los dos últimos años.
Había que empezar por hacerlo en 2022.
Era la prioridad.
Y lograrlo fue la mejor de las noticias para el equipo.
Adrian Newey, en su nueva oficina en Aston Martin ante su nueva mesa de dibujo en la que crea el coche de 2026 de F1.
Aston Martin aseguró que quiso tomarse su tiempo con estas piezas.
Las creó en el túnel de viento alquilado a Mercedes, y cuando ya pusieron en marcha su nuevo e imponente túnel de viento en su renovada sede, se le hizo el mapeado y se ultimaron los detalles en esta nueva herramienta, en la que se crearán desde el inicio las posteriores.
Era crucial para Aston Martin ver que la correlación de los datos con su túnel de viento Eric Bladin dice que "es mucho mejor que el de Mercedes".
, el también nuevo simulador y lo que luego pasa en realidad en pista, con baches y muchos otros factores difíciles de simular, fuera óptima.
Y también, corroborar que la línea de diseño y producción de las piezas rindiera a la perfección, sin fisuras, para cerciorarse de que las ideas acabarían siendo plasmadas de forma certera en pista.
Si eso se confirmaba en Imola, debía darle una gran esperanza al equipo.
Podía ser indicativo de que, si las ideas de Newey para 226 son ganadoras, podrían convertirse en éxitos reales.
Y las piezas funcionaron.
Como se demostró en clasificación, el paso adelante fue real.
Falta ver cómo funcionan las siguientes piezas.
Y analizar las actuales en otras pistas.
Pero el paso fue grande, un punto de inflexión que permite pensar que ahora podría estar todo más en manos de Newey.
Alonso, Newey, Lawrence y Lance Stroll.
No es de extrañar que en la fábrica de Aston Martin celebraran ese éxito como si de un triunfo se tratara.
Habían sumado demasiadas desilusiones.
Otra más, hubiese caído como un enorme jarro de agua fría tras tantos meses de trabajo para llevar a pista estas piezas, por las que el equipo optó por esperar más a llevarlas al asfalto para estar más seguros de que funcionaran.
Y funcionaron.
Y Newey tuvo que estar frotándose las manos al verlo por televisión.
Veía una mejora, que el equipo hizo un buen trabajo, que habían sabido desarrollar el coche.
Está en sus manos crear un bólido ganador para 226.
Para entender la importancia de este hecho, hay que escuchar a Andy Cowell, Team Principal de Aston Martin.
Lo dejaba claro a MD el viernes.
La prioridad del equipo no está en lograr un resultado concreto en pista o en el Mundial.
La prioridad es cerciorarse de que la fábrica y los procesos funcionan a la perfección tras muchos cambios de personal, reclutamiento de talentos, un minucioso estudio de toda la metodología de trabajo y tras un fuerte análisis de los problemas de los dos últimos años, algo por lo que dijo que encontraron algunas respuestas, pero "aún no al 1%".
"Estamos aquí para hacerlo bien durante muchas temporadas.
Debemos transformar nuestra empresa en una máquina de desarrollo eficiente.
Esa es la prioridad número uno.
Y eso es importante tanto para 22 como para el 26, 27, 28, 29, y así.
Así que en eso es en lo que tenemos que centrarnos", aseguraba.
Y que las nuevas piezas funcionaran es una gran señal de que el equipo por fin podría haber encontrado la dirección correcta.
Lo explicaba Andy Cowell, en MD.
Es importante no solo tener a Newey o a Alonso.
Está en que todo el proceso de creación de las piezas, desde la idea, el diseño, hasta la construcción, fuese perfecto.
Solo así Aston Martin puede estar segura de que cuando Newey cree su coche, si este es una buena base, podrán pelear contra las mejores fábricas en la nueva era de la F1 desde 2026.
"La clave es que cada individuo de nuestro equipo, las mil personas, tienen que aspirar a ser el mejor, cada uno en su terreno.
Y la forma en que nos unimos tiene que ser perfecta.
Para que las mil personas se comuniquen como si fuera un solo cerebro.
Que no haya pérdida de comunicación y sin duplicidades, sin lagunas en la organización.
Así que sí, tenemos a Fernando Alonso.
Sí, tenemos a Adrian Newey.
Pero hay mil personas alrededor de ellos también.
Tenemos a dos Messi, pero también.
Tenemos que convertir las ideas de Adrian en pruebas de túnel de viento de forma rápida y precisa", argumentaba Cowell.
"Tenemos que utilizar la combinación de todas las pruebas aerodinámicas y ejecutarlas en el simulador de piloto, en bucle, y obtener un resultado en el que confiemos porque sabemos que el simulador está bien correlacionado con la pista.
Y eso requiere equipos de personas para hacerlo.
Todo eso, para que cuando Adrian tenga una idea, tenga la confianza de que fluirá rápidamente a través del sistema y cree las respuestas", añadía.
Lo de Imola puede ser el inicio del cambio.
Adrian ya puede confiar más en que sus ideas pueden convertirse en piezas idóneas en pista tras pasar por todo el proceso de diseño y producción