
A Alonso se le zafa el volante y se queda con él en las
Manos, en plena sesión de entrenamientos, en una situación peculiar: Hubo un problema. El asturiano percibió un fallo en los primeros minutos de los segundos entrenamientos libres del GP de Baréin e incluso el volante se desprendió con el coche en movimiento
Fernando Alonso inició el GP de Baréin de F1 con un problema en el volante, que dio lugar a una situación surrealista: se quedó con el volante de su Aston Martin AMR2 en las manos, tras intentar solucionar el contratiempo que tenía con este elemento al comienzo de los segundos entrenamientos libres.
El piloto asturiano no estuvo en los Libres 1 porque cedió su asiento al probador, Felipe Drugovich.
Y en los primeros minutos de la segunda sesión, detectó un fallo al salir a pista con su volante.
La radio de Alonso cuando detectó problemas en su volante, que acabó soltándose: "Cambiád el volante.
Hay un problema con el volante.
Se está apagando", decía.
Lo más asombroso fue que, con el coche todavía en marcha, el asturiano se quedó con el volante en las manos, mientras giraba a la derecha, ya a baja velocidad.
Se salió de su lugar, algo totalmente inusual para una sesión libre de F1.
Se ignora si fue porque el ovetense intentó sacarlo, aunque por el movimiento de sus manos, no parece que fuese así.
El problema con el volante le costó a Alonso más de media hora perdida en pista, que necesitaba para empezar a encontrar los ajustes adecuados de su coche y para analizar la degradación de las gomas, además de para analizar y recoger datos de su paquete aerodinámico.
Era una media hora crucial, ya que no había pilotado en los Libres 1 de la mañana.
Alonso regresó a pista con 29 minutos por delante en la sesión más representativa del fin de semana antes de la clasificación y la carrera.
Todo esto, después de que el equipo descubriera que el problema con el volante, en realidad, era un contratiempo con la caña de dirección.
El ovetense se quedó con el volante en sus manos, fuera de su anclaje, y volvió a colocarlo en su sitio, ya rodando lento por una de las escapatorias del trazado de Sakhir.
Regresó a boxes para poner otro volante y solucionar los problemas con la dirección, un trabajo que le permitió volver a salir a pista para comenzar a analizar el rendimiento de un coche con muchas dificultades, un monoplaza que va mal en curva lenta y con muy poca velocidad punta en recta, que además es muy difícil de conducir al límite.
Fernando ya dijo en Japón que había hecho un "pequeño milagro" al colocar ese monoplaza en el puesto 11, cuando el monoplaza "no está ni para el Top-18", según el propio ovetense.
Pide mejoras que en Baréin no llegaron.
En una zona media muy apretada, no está lejos de esas 1 primeras posiciones para pelear por los puntos, por lo que la llegada de piezas que le den unas dos décimas podría "cambiarle la vida", como reconoció el ovetense hace unos días en Suzuka